viernes, 1 de mayo de 2020

UN MES PARA HONRAR A MARÍA: MAYO


Hace ya muchos siglos que empezó esta costumbre de honrar a María, especialmente durante el mes de mayo.

Ya el rey Alfonso el Sabio, allá en el siglo XIII, invitaba a alabar e invocar a María, ante su altar, en el mes de las flores. Él mismo escribe las Cantigas de Santa María, porque quiere “trovar en honor de la Rosa de las rosas y de la Flor de las flores”.

En Italia fue San Felipe Neri, en el siglo XVI, el iniciador del mes de mayo dedicado a María, con la costumbre de invitar a los jóvenes a cantar, llevar flores y ofrecer sacrificios a la Virgen.

Desde entonces no han cesado los homenajes en honor de la Madre de Dios y las plegarias que, en mayor abundancia, suben al Cielo en el mes de María. Y como nuestra Madre piadosísima jamás desoye las súplicas de sus hijos, en el mes de mayo son también más abundantes los dones y gracias que descienden del Cielo, como nos dice el Papa Pablo VI, en su encíclica sobre el mes de mayo.

¿Y cómo honrar más y mejor a María en este mes dedicado a Ella?
En primer lugar, conociendo las devociones marianas que los buenos cristianos siempre han practicado y la Iglesia, nuestra Madre, con sabiduría divina, nos ha transmitido.

Menciono algunas de las más extendidas:
-        - El rezo de las Tres Avemarías de la pureza a la hora de acostarse.
-        - El rezo del Ángelus: una cita con la Virgen a las 12 de la mañana.
-        - Las jaculatorias y oraciones cortas a la Virgen.
-       -  Las miradas a las imágenes y cuadros de la Virgen.
-       -La devoción del Santo Escapulario de la Virgen del Carmen, que lleva consigo promesa de salvación eterna.
-       - Los sábados: el rezo de la Salve y algún sacrificio ofrecido a la Virgen.
-    -La comunión de los cinco primeros sábados, pedida por la Virgen de Fátima a Sor Lucía como reparación de las ofensas a su Inmaculado Corazón.
-     -Y la devoción preferida y pedida con más insistencia por la Virgen de Lourdes y la Virgen de Fátima: el rezo diario del Santo Rosario.

Así pues, en este mes de mayo pidamos cada día a la Virgen por el fin de esta pandemia, por la cura de todos los contagiados, por los fallecidos por este virus, por la protección del mundo entero y sobre todo por cada uno de esos sanitarios que están al pie del cañón arriesgando su vida cada día para salvarnos de este mal que nos acecha.

Visitemos a nuestra madre del Cielo y pongamos en nuestra casa un pequeño altar dedicado a María con alguna figura que tengamos de ella o una estampa, la recemos cada día y pongamos flores.

Recomiendo este libro (del cual saco toda esta información y dedica cada día del mes de mayo a los distintos nombres y figuras de María con reflexiones, oraciones, poesías, anécdotas, historias y canciones en las que nuestra Madre es la protagonista):
 Mes de María de Ricardo Martínez Carazo (Ediciones Palabra)






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