La primera parte de la Semana Santa llega a su fin con la celebración del Miércoles Santo.
El miércoles santo marca el final de la Cuaresma y el comienzo de la Pascua. El Miércoles Santo es el día en que se reúne el Sanedrín con Judas Iscariote para condenar a Jesús.
El evangelio de San Mateo del Miércoles Santo continúa con la traición de Judas Iscariote, veamos:
En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso:
-«¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?»
Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo. El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
-«¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?»
Él contestó:
-«ld a la ciudad, a casa de Fulano, y decidle: "El Maestro dice: Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos"».
Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo:
-«Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.»
Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro:
-«¿Soy yo acaso, Señor?»
Él respondió:
-«El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay! del que va a entregar al Hijo del hombre!; más le valdría no haber nacido».
Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar:
-«¿Soy yo acaso, Maestro?»
Él respondió:
-«Tú lo has dicho».
Mateo 26, 14-25
Reflexión: Vender la conciencia
La vida no es un negocio ni las personas tienen precio. La pregunta de Judas a los sumos sacerdotes: ¿Qué me dais si os lo entrego? se dirige también a nosotros hoy.
¿A cambio de qué intereses vendemos hoy nuestra conciencia y los valores evangélicos que profesamos?
Como dice el Papa Francisco, hay derechos que son sagrados: tierra, techo y trabajo y no se puede confundir valor y precio.
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